Rehab is still for quitters.

Extraño la Wired y la vida, ésta se convirtió en beige durante tantos días, me pierde- sin más. ¿Hasta dónde puede la clínica ser un refugio? ¿Hasta dónde podemos “apoyarnos” en la psicología y “resiliencia”? ¿Hasta dónde dejamos que éste “pensamiento” nos separe del mundo real? ¿Hasta donde es sana la rehabilitación? No creo más en éstos humanos, en éste dogma, en ésta religión. Nada, no son nada. Son el nuevo enigma y respuesta para el mercado: La generación Prozac. La generación ADHD, el mundo del Asperger y espectros autistas.

“He perdido la fe en el tratamiento” –Yo también, yo también.

No puedo seguir creyendo en nada de esto.

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